«En el momento de internacionalizar la compañía se debe tener paciencia y saber que es un proyecto a largo plazo»

Jaume Alsina, CEO Encofrats Alsina

Internacionalizar la empresa es una decisión importante en toda compañía. Se trata de un proceso importante en el que entran diferentes variables que se deben valorar y tener presente. «Lo primero que hay que hacer es dar credibilidad al proyecto y para esto se debe verbalizar, hacerlo visible para todos«, afirma Jaume Alsina, consejero delegado de Encofrats Alsina, quien ofreció una ponencia la semana pasada dentro del marco de colaboración entre la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (ASCEF) y el Consell Empresarial d’Osona (CEDO).

La conferenciara estaba dirigida a los jóvenes de las familias empresarias de ambas entidades, el Fórum de ASCEF y el Club Fem Empresa del CEDO, con la finalidad que Jaume Alsina explicara el proceso de internacionalización y para ser una empresa GLO-CAL, es decir, una compañía global que piensa en local. Encofrats Alsina, actualmente con 33 centros de operaciones, trabaja en 17 países con más de 5.000 proyectos completados y un volumen de negocio por operaciones internacionales del 68%. «La internacionalización es un cambio cultural de toda la compañía y no solo de un departamento«.

«En el momento de internacionalizar la compañía se debe tener paciencia y saber que es un proyecto a largo plazo. No se puede ir con prisas y a la aventura, pero tampoco con necesidad porque será tirar el dinero. Se debe ir poco a poco ya que no se puede replicar el mismo modelo que tenemos aquí«, expresó Alsina, quien también subrayó la importancia de «crear sinergias con empresas familiares que ya han hecho el proceso«. El consejero delegado de la empresa asociada a ASCEF, aseguró que «la filosofía de la empresa familiar es un punto a favor en esta estrategia, ya que como tal sabemos esperar y encontrar el punto de madurez de los proyectos«.

Alsina considera que «cada territorio pide cosas diferentes«. «No se puede uniformizar el como establecerse en cada país; la operativa debe ir ligada a la cultura de cada país, pero la clave es no querer imponer nuestra cultura y manera de trabajar«, añadió.

Jaume Alsina recordó que «internacionalizar también es saber decir basta a un proyecto creado«. «Cuando un país no da los resultados esperados hay que saber cerrarlo y esto se debe hacer a través de unos parámetros establecidos y objetivos. Por eso también es importante dibujar escenarios, ya que ayudan a tomar decisiones y actuar en caso de necesidad«.