El martes 27 de febrero, la Asociación Catalana de la Empresa familiar, ASCEF ha presentado el Observatorio INBONIS de la Empresa Familiar, desarrollado por Inbonis Rating, la agencia de calificación crediticia pionera en el rating de pymes y midcaps en Europa, con el apoyo del Instituto de la Empresa Familiar. Alberto Sánchez Navalpotro, CEO de Inbonis Rating, y Esteban Sastre, director de economía y empresa del IEF, han presentado el informe del Observatorio. Una de las ventajas de la calificación crediticia es que, más allá de los informes cuantitativos de cuentas, la calificación incorpora criterios cualitativos referidos a modelo de negocio, riesgos financieros, gobierno corporativo o  entorno económico.

Tras emitir más de 550 informes de calificación crediticia, la primera conclusión del Observatorio INBONIS es que las empresas familiares tienen mejor rating que las no familiares: más del 77 % de las empresas familiares obtienen calificaciones comprendidas entre B y BBB, en contraste con el 67% de las empresas no familiares que se sitúan en ese rango.  Además, se observa un incremento significativo en el porcentaje de empresas que alcanzan la calificación BB: casi el 44% en el caso de empresas familiares, en comparación con menos del 35% para las no familiares. Las causas están en los valores intrínsecos de la empresa familiar: vocación de continuidad, un accionariado con experiencia y equipos muy comprometidos.

Además, se observa una correlación entre aplicación de criterios ESG y rating crediticio:  las empresas familiares con mejor calificación crediticia tienen una mejor gestión de sus riesgos ESG, así, sólo las empresas familiares con una buena gestión de ESG alcanzan la calificación crediticia BB+.

Los responsables del Observatorio han explicado que la incorporación de los aspectos cualitativos al análisis de riesgos reduce la probabilidad de impago percibida en más de 30 puntos, por lo que el estado de las empresas es sustancialmente mejor de lo que pueden decir únicamente sus estados financieros. Además, las empresas familiares son más resilientes, superan mejora las crisis económicas porque se adaptan mejor y resisten mejor la caída de ingresos.

Un aspecto para mejorar que señala el Observatorio para la empresa familiar es la gestión financiera, especificando que hay margen de mejora en la diversificando de sus fuentes de financiación o equilibrando su política de pagos y cobros, por ejemplo. Por ello, la segunda parte de la sesión se ha dedicado a analizar cuáles son las posibles fuentes de financiación más allá de la banca para las empresas hoy.

En la mesa redonda moderada por Jaume Alsina, presidente de la ASCEF, han participado Alberto Sánchez Navalpotro, Alicia Martín, directora comercial de LB Oprent, y Quim Pagespetit, director financiero de Casa Mas.  Alberto Sánchez ha recordado que nos encontramos ante un cambio de paradigma en que los banco son más reacios a ofrecer créditos a largo plazo, por lo que las empresas deben aprovechar las oportunidades que ofrecen las alternativas de financiación. Por eso, ha sido especialmente interesante conocer el testimonio de los otros dos invitados que han compartido su experiencia en la búsqueda y manejo de financiación privada y pública a largo plazo.