La gestión del patrimonio en las empresas familiares, principal fuente de riqueza y de empleo del país, fue la cuestión que se analizó en los Diálogos en La Vanguardia, celebrado la pasada semana, y que contó con la presencia de Amadeu Jori, presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (ASCEF). También participaron Josep Tàpies, profesor emérito de IESE especializado en empresa familiar, Antoni Murt, socio de EY en Barcelona, José de Alarcón, director general de negocio de Andbank en España, y Pere Guardiola, director general de Godó Strategies.

Amadeu Jori afirmó que la mayoría de las empresas familiares de éxito establecen el crecimiento de su patrimonio como objetivo prioritario para garantizar su continuidad en el futuro. En este sentido, el presidente de ASCEF reconoció que la profesionalización es un debate recurrente en las empresas familiares: «Significa buscar en los mejores para que dirijan la empresa, sean o no de la familia, tanto en el día a día como en los órganos de gobierno. En el ámbito de la gestión patrimonial hay más dudas, pero es evidente que también es necesario. Pero nunca se tiene que desentender, sino hay que vigilar de cerca la gestión que hagan los profesionales«.

«Se habla mucho de la necesidad de profesionalizar la dirección y la gestión de la empresa, pero no se valora tanto la importancia de profesionalizar la gestión del patrimonio, que requiere una especialización adecuada«, explicó de Alarcón, quien defiende que esta profesionalización de la gestión patrimonial «es más importante a medida que se avanza en las generaciones familiares porque cuesta más armonizar los intereses de cada uno de los miembros de la familia«. «Hay que armonizar la gestión del patrimonio con el legado, que constituye el conjunto de valores de cada empresa familiar«, añadió.

«El principal objetivo de los empresarios familiares es siempre pensar en la empresa y crear empresa. Los excedentes se reinvierten en la propia empresa, se crea otra de nueva o se invierten en otros existentes«, explicó Amadeu Jori. El presidente de ASCEF es partidario de encargar la gestión patrimonial a un profesional, pero insistió en la necesidad de una dirección y supervisión muy estrecha por parte del consejo de familia.

El profesor Tàpies considera que es necesario profesionalizar la gestión de las finanzas, «pero hay que comunicar a este profesional lo que se quiere y definir cuánto riesgo y volatilidad estamos dispuestos a asumir«. «Velar por el patrimonio intangible de la empresa familiar es tan importante como hacerlo por el patrimonio financiero«, añadió.

Por su parte, Antoni Murt lamentó que no exista un régimen legal y fiscal específico para las empresas familiares. Considera que no se protege la reinversión de los beneficios ni la acumulación del patrimonio, que forman parte de la estrategia de las empresas familiares para prepararse hacia el futuro.

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