El 62% de las empresas familiares aumentaron o mantuvieron plantilla en 2020

Associacions Territorials d'Empreses Familiar d'Espanya

El 62% de las empresas familiares consiguieron aumentar o mantener su plantilla de trabajadores durante el año 2020 respeto el año anterior. Esta es uno de los datos que recoge el Observatorio de la Empresa Familiar, elaborador por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y Deloitte, que se presentó en la Asamblea Anual del IEF a la que asistió el presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (ASCEF), Amadeu Jori, en representación de las empresas socias de la entidad.

El Observatorio de la Empresa Familiar recoge, entre otros aspectos, los efectos que la pandemia ha tenido en la actividad y las cuentas de las empresas familiares que forman parte del IEF, la ASCEF y la resta de las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar de España. A pesar del buen dato en materia de empleo, la crisis causada por la pandemia de la Covid19 ha tenido un impacto negativo en la facturación y resultados económicos de las empresas familiares.

En concreto, el número de empresas familiares que registraron pérdidas el año 2020 se multiplicaron por tres respecto al 2019, pasando del 4% del total al 12%. Sobre este aspecto, el 46% de las empresas no repartieron dividendos, mientras que el 42% restante pudieron repartir. Por otro lado, y en relación con la facturación, más de la mitad de las empresas familiares (el 57%) la vieron reducida: una de cada cinco empresas sufrió una disminución superior al 20%. Según datos del Observatorio de la Empresa Familiar, el 36% consiguieron aumentar su facturación. Esta mejora, no obstante, mayoritariamente fue inferior al 10%.

En la clausura de la Asamblea Anual, el presidente del IEF Marc Puig reiteró ante la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía Nadia Calviño el compromiso de la empresa familiar para contribuir a la recuperación, reclamando un entorno favorable para la inversión, con reglas claras y predecibles, y un marco fiscal que «no sea peor que el del resto de Europa«.