“Es fundamental potenciar, cuidar y apoyar las empresas responsables con el entorno y comprometidas con el empleo”
La pandemia de la Covid-19 ha derivado en una crisis ante la cual las empresas familiares tendrán un papel clave dada su importancia en la economía, ya que suponen el 88% de la totalidad de las empresas privadas, contribuyen en el 69% del Valor Añadido Bruto (VAB) y generan el 76% de los puestos de trabajo privados.
“El estado de alarma puso de manifiesto la importancia de potenciar, cuidar y apoyar aquellas empresas responsables, que generan entornos de confianza, comprometidas con el empleo y el entorno, y orientadas a la continuidad del negocio”, explica Fernando Álvarez, subdirector de la Cátedra de Empresa Familiar y Creación de Empresas de la Universitat Abat Oliba CEU, una de las cinco cátedras en Catalunya impulsadas por la ASCEF. “No es casualidad que éstas sean las características más habituales de las empresas familiares”, añade.
Una vez superado el estado de alarma, pero todavía en el contexto de la Covid-19, Fernando Álvarez asegura que “la clave de la continuidad empresarial estará en abordar el futuro incierto que nos espera, con capacidad para transmitir sensación de confianza y control de la situación a los grupos de interés”.
Álvarez afirma que las empresas deberán saber “generar y comunicar experiencias a los consumidores; tener equipos de trabajo comprometidos; y disponer de liquidez suficiente para lo que queda de año, con reducido endeudamiento o sin necesidad de generar nuevo endeudamiento”.
Ante el contexto actual, también será fundamental que la empresa tenga “habilidad para adaptarse a las circunstancias y los cambios normativos que se vayan introduciendo, siendo gestionada con un liderazgo visionario y empático”.
En esta situación, Fernando Álvarez considera que “la universidad debe seguir generando y compartiendo conocimiento orientado a la mejora de la sociedad, formando nuevas generaciones con capacidad de tomar decisiones en situaciones de incertidumbre”.
“Se debe poner en valor el importante papel que juegan las empresas en la creación de empleo y la cohesión social; y el imprescindible papel que tiene asignado el sector público en establecer las reglas de juego que permitan lograr un crecimiento competitivo e inclusivo de su economía. El sector público y el sector privado se necesitan y deben potenciar su entendimiento”.
“El futuro pasa por la necesidad de potenciar un tejido empresarial responsable y sostenible, que dé respuestas a un consumidor cada vez más consciente y exigente. Estamos ante un cambio de paradigma al que hay que dar respuesta, y la Universidad tiene mucho que decir en este sentido”, concluye Álvarez.