Una decena de empresas familiares catalanas de 2.ª, 3.ª y 4.ª generación, socias de ASCEF, participaron en una sesión de trabajo con R4S para reflexionar sobre como ampliar su contribución social y transformarla en un activo estratégico.
El encuentro evidenció que las empresas familiares, por naturaleza, tienen un alto potencial de impacto social positivo: una visión de largo plazo basada en el legado, la proximidad de la propiedad en el día a día, unos valores que nacen a la familia e impregnan el negocio, y unos órganos de gobierno que velan de forma orgánica por este impacto.
Durante la sesión, R4S destacó cuatro motivos por los cuales la dimensión social es un elemento clave para la competitividad y sostenibilidad de este tipo de organizaciones:
1. Ventaja competitiva: la “S” no es solo ética o compliance; impacta la sucesión generacional, el acceso a mercados, la atracción de talento y el resultado económico.
2. Reputación y resiliencia: una buena gestión social protege de riesgos y fortalece la continuidad del proyecto familiar.
3. Construcción de legado: priorizar el bienestar, la diversidad y el impacto social convierte la empresa en un referente para las nuevas generaciones.
4. Gobernanza efectiva: cuando Consejo de Familia, Consejo de Administración y Dirección asumen roles claros, la “S” se traduce en acción real y no solo en declaraciones.
Las empresas participantes coincidieron que su identidad las lleva, de manera natural, a “ver las personas como personas” y a cultivar relaciones de largo recorrido con el territorio, con un fuerte compromiso de preservación del proyecto empresarial y de las personas que forman parte.
La sesión cerró con una pregunta clave para cualquier empresa familiar:
¿Estáis gestionando la dimensión social como un tema táctico… o como un pilar de vuestro legado familiar?